“Co-permitir ver”: proemio crítico a la idea de comunicación en la filosofía de Martin Heidegger
“Co-permitir ver”: proemio crítico a la idea de comunicación en la
filosofía de Martin Heidegger
Por Jairo Gutiérrez Bossa[1]
Introducción
La
comunicación es de alta y casi extrema ambivalencia, es un campo en el que
llegar a un acuerdo intelectivo genera nuevas problematizaciones, porque la
comunicación es un hecho humano social que solo se da en la práctica y es ahí
donde se da su aporte reflexivo (Restrepo, 1997). La comunicación toca al ser
en todas sus estructuras existenciales y es la mediación por la que se puede
crear una visión de mundo y de composiciones sociales. Estás características han
expandido un pliego de posibilidades de desarrollo y progreso en la
comunicación como campo de estudio. El saber en la comunicación es rico y
nutritivo, hay espacios para el desconcierto y la penumbra, su transversalidad
la convierte en el escenario idóneo para comprender los límites de la vida y la
existencia de la condición humana.
Para
Inmaculta Vasallo citada por Pablo Múnera (2010, p. 128-129) el campo académico
de la comunicación:
“…está
constituido por un conjunto de instituciones de educación superior destinadas
al estudio y a la enseñanza de la comunicación, donde se produce la teoría, la
investigación y la formación universitaria de los profesionales de la
comunicación. Esto implica que en ese campo se pueden identificar varios
subcampos. El científico, implicado en prácticas de producción del
conocimiento: la investigación académica tiene la finalidad de producir
conocimiento teórico y aplicado por medio de la construcción de objetos,
metodologías y teorías; el educativo, que se define por prácticas de
reproducción de ese conocimiento, es decir mediante la enseñanza universitaria
de materias relacionadas con la comunicación, y el profesional, caracterizado
por prácticas de aplicación del conocimiento y que promueve vínculos variados
con el mercado del trabajo” (Vassallo y Fuentes Navarro, 2002, p.
44).
La hasta ahora imposible especialidad científica y
disciplinaria de la comunicación ofrece una oportunidad de aventurarse en
espectros teóricos multidisciplinares, y descubrir estelas profundas del saber
que puede generar nuevo conocimiento en un campo que está en un constante
construir y re-pensar.
Ahí la razón de esta ponencia, que es retomar e interpretar de manera arbitraria por
su complejidad, una noción de
comunicación que ha sido lanzada al ostracismo que es el olvido, y se trata de
la noción de comunicación en la filosofía de Martin Heidegger.
El comunicar en Heidegger es un elemento fundante en
la des-ocultación del Dasein, es
donde llega ser manifiesto como ser, pero simultáneamente es donde también se
oculta. Para el alemán el comunicar es donde el espectro del ser se vuelve
patente porque es donde el Dasein llega
estar con el otro y también donde se
pierde del otro. En consecuencia la comunicación en la visión heideggeriana
tiene una doble acción: mostrar la palabra autentica más el “estado
interpretativo público” y la caída al vacío de la palabra donde el periodismo y la publicidad son agentes patógenos de
“mediocridad”: “El periodismo, por ejemplo, es el agente y delegado del hablar
vacío, insustancial y desarraigado; es decir, del hablar carente de “raíces en
el fundamento” (Albano, Naughton, 2005, p. 82). Teniendo en cuenta esto la
comunicación, desde esta perspectiva, está abierta a un plano más amplio de
temas pero que se quedan en la “comprensión media” por lo que los argumentos quedan
limitados a lo nimio e intrascendente de la vida cotidiana.
Por consiguiente, la comunicación es la manera
esquemática-existencial por la que se puede dar comprensión al ahí de la condición humana. Empero, el
análisis de este concepto no puede llegar a las críticas comunicativas como las
que le hace Heidegger al periodismo, la publicidad y los medios o vías de
comunicación. Todo tiene su inicio y en esta ponencia viajaremos por un
concepto reuniente y general para comprender de manera sucinta la idea de
comunicación de Martin Heidegger que son: “co-permitir ver”.
La ponencia está estructurada
en un solo sendero, que es realizar una de-construcción del término
“co-permitir ver” con el que Heidegger define la idea de comunicación en Ser y tiempo, haciendo un viraje de
atrás hacia delante de la obra máxima del filósofo alemán respondiendo a la
pregunta ¿Qué es el co-permitir ver y que atributos le son propios?
El abordaje se hará con el
método hermenéutico filosófico, de manera crítica, para evitar apreciaciones
subjetivas y arbitrarias, ajustándonos a los autores y sus planteamientos. Lo
que permitirá alcanzar parte de un objetivo a futuro que es mostrar una ontología
de la comunicación teniendo como texto principal: Ser y tiempo
“Co-permitir ver”
aproximación hacia un mostrar el ser
La compresión es el carácter de toda existencia del Dasein, es un constituyente del ser-en-el-mundo; así, que
solo siendo escuchado es que el Dasein logra
emplazarse originariamente en su ente ontológico. “La palabra detenta entonces
una posibilidad autentica de la comprensión del ser” (Albano y Naugton, 2005,
p. 76). A través de la palabra se articula la comprensión autentica del ser
intramundano como del ser propio del Dasein,
y mediado por esta conmutación o remisión es como el Dasein se arroja a lo que Heidegger denominará “la caída”.
El estado de “caída” es el momento más común en el
que el Dasein está inmerso en la vida
cotidiana. Para Heidegger (2010) la
“caída”:
No expresa
ninguna valoración negativa, pretende significar esto: el Dasein es inmediata y regularmente
cabe en el mundo de que se cura. Este “absorberse en…” tiene por lo
regular el carácter de “ser perdido” en la publicidad del Uno. El Dasein es inmediatamente siempre ya “caído” “de” sí mismo en tanto “poder de sí
mismo” propiamente “caído en el mundo”. El estado de caído en el mundo mienta
el absorberse en el “ser uno con el otro” (p. 195)
El Dasein está en caída constante a la vida cotidiana e intenta
encontrar el sentido en el estar en el mundo. El caer en la vida cotidiana le
hace huir de su existir autentico y propio. ¿Qué hace que el Dasein huya de su existir propio? Las
medianías, pues estas instituyen las categorías con las cuales se deja llevar
por el vivir común, con la creencia de vivir en la plenitud de su existencia.
Al ser la medianía la única autoridad de verdad, legitimidad y veracidad obliga
al Dasein nivelarse al nivel de la autoridad
mayoritaria.
Ahora bien, ¿Qué son estás
medianías? Para el objetivo de la ponencia son las vías de comunicación o las mass medias que imponen los dictámenes
del Uno. El hablar es siempre el “hablar sobre…” algo. Lo dicho es el elemento
constituyente de la comunicación pues caracteriza el “ser con” en tanto
pertenece a la estructura existencial del Dasein.
La comunicación, en la visión de
Heidegger no es positiva ni negativa, es práctica existencial del Dasein por la que posee una ambivalencia
de uso: la que sirve como extrañamiento del mundo por parte del Dasein y la de manifestación autentica o
propia del Dasein. En consecuencia la
pregunta que surge es ¿Cómo la comunicación llega a ser lo que es?
La idea de comunicación de Heidegger
no está anclada en el entendimiento del Uno y el uso de las medianías. Para el
pensador la comunicación es práctica y posee un proceso que es existencial;
comunicar es “co-permitir ver” (Heidegger, 2010, p. 173). Este “co-permitir
ver” es una proposición que es manifestación y que contiene dos formas
primarias de proposición: indicación y
predicación; siendo la primera
proposición un mantenimiento de la visión clásica y formal de λóγος. Asevera:
En el enunciado “el martillo es demasiado pesado”,
lo descubierto para la visión no es un “sentido”, sino un ente en la forma del
estar a la mano. Aunque este ente no se encuentre en una cercanía palpable y
“visible”, la mostración mienta al ente mismo, y de ningún modo una mera
representación de él, ni tampoco algo “puramente representado”, ni mucho menos
un estado psíquico del enunciante, su representación de este ente (Heidegger, 2010, p. 173)
La
segunda postura que toma Heidegger, es percibir el λóγος como ἀπόϕανσις
(apófansis); para Aristóteles, apoyándome
en Ferrater Mora (1983, p. 37), es una proposición en general, es decir, al
discurso de índole atributiva. “La apófansis o el discurso apofántico se
distinguía rigurosamente de otras formas de discurso; por eso decía Aristóteles
que no todo discurso es una proposición: lo es solamente aquel tipo de discurso
en el cual reside lo verdadero o lo falso”. Y por eso la apófansis es,
propiamente hablando, una declaración y no, por ejemplo, una petición, una
exclamación o un ruego; para Heidegger es un “mostrar” ἀποφαίνω, un “hacer ver
al ente desde sí mismo” (Heidegger, 2010, p. 173), es decir, una indicación de
lo que es en tanto su lugar presente[2].
De manera,
que proposición es “una indicación determinantemente comunicativa” (Heidegger,
2010, p. 175). Así que “co-permitir ver” implica “ser uno con otro”; es decir, que es una acción de doble vía, en
la cual se hace comprender los sentidos. “El “co-permitir ver” hace común al
otro ente indicado en su determinación. “Comunicado”, resulta el común “ser,
viendo, relativamente a lo indicado” (Heidegger, 2010, p. 174). Comunicar es
ser visto en el otro. Así mismo, no solo
el que se viste de comunicador es el que comunica sino que la constitución humana
es comunicadora. El ser humano es siempre comunicado, porque genera sentido y
es de accionar mutuo.
La
comunicación es una indicación de lo que está abierto en el mundo para la
comprensión en el “ver en torno” y tiene su basamento en el “ser en el mundo”;
manifestación de lo determinado en el ahí del Dasein en su mundanidad.
Del mismo
modo, al ser la comunicación una manifestación mutua de un “ver en torno” es,
en su inmanencia, manifestación propia de sí mismo en cuanto nodo de la
existencia que se muestra. Por esa razón, es fundamental analizar el
“co-permitir” ver sin el prefijo “co” y desmenuzar lo que Heidegger nos quiere
decir con “permitir ver” por lo que hay que girar a los capítulos iniciales de Ser y tiempo, específicamente, a la
primera sección, capítulo I, parágrafo 9 titulado: Tema de la analítica del Dasein (Das Thema der Analytik des Daseins).
Heidegger
expresa que “más el ser de estos entes debe ser apresable en un señalado λἑγειν
(permitir-ver) que tal suerte que este ser resulte comprensible desde el primer
momento como lo que él es y ya es cada ente” (Heidegger, 2010, p. 56). El
comprender de lo que está en el mundo debe ser claro, esta claridad es el
mostrarse tal como es el ente, es decir, lanzar de frente lo que se tiene que
decir, la palabra que evoca para el filósofo esta idea es κατεγορίαι. que él interpreta como un “acusar publicamente, decirle a la cara a
alguien algo delante de todos. Empleado ontologicamente quiere decir el
termino: decirle a la cara a un ente, por decirlo así, lo que él es en todo
caso ya como ente, es decir, permitirlo ver en todos en su ser” (Heidegger,
2010, p. 56) y todo lo visto es una forma de proyectarse de cara al otro de
manera genuina y originaria, en otras palabras, dispuesto a ser comprendido por
el otro que comprende y que al tiempo es comprendido. Este comprender es una
aproximación a las cosas mismas, por lo que el “permitir ver” es, también, “un aparecer algo”, por lo tanto, es fenómeno
(ϕαίνεσθαι: phainestai).
Phainesthai (ϕαίνεσθαι) le
da origen al termino griego phainómenon
que le da derivación a la palabra fenómeno. Phainesthai
significa mostrarse; entonces, fenómeno “es, por tanto, aquello que se
muestra, pero que se muestra como mostrándose, es decir, como estando
mostrándose” (Heidegger, 1998). Por consiguiente, el “permitir-ver” es de
inicio un estar ahí reconocido como objeto de sí mismo, como conciencia exteriorizada;
es abrirse en la oscuridad como resplandor determinativo de sí mismo.
Ahora bien, al ser el
“permitir ver” un fenómeno, entendiendolo como ϕαίνεσθαι, es una descripción densa de lo dado en el mundo.
Heidegger (2010) afirma que la:
descripción no significa un
proceder a la manera, digamos, de la morfología botánica –el termino vuelve a
tener sentido prohibitivo: mantener a distancia toda determinanción no
demostrativa. El caracter mismo de la descripción, en el sentido especifico del λóγος. Unicamente puede fijarse partiendo de la “materialidad” de lo que debe
“describirse”, es decir, ser objeto de una serie de determinaciones científicas
en la forma peculiar de hacer frente a los fenómenos” (p.
44).
El “permitir-ver” (ϕαίνεσθαι),
como hermenéutica fenomenológica se construye en el aspecto mismo de lo
cultural, pues es producto del λóγος. En términos de Ser y Tiempo “El habla permite ver algo ἀπὸ…, partiendo de aquello
mismo de que se habla (…) por suerte que la comunicación por medio del habla
hace en lo que se dice patente así accesible al otro aquello de que se habla”
(Heidegger, 2010, p. 43).
Por este motivo, el “permitir
ver” es el mostrarse en el mundo como conciencia exteriorizada que habla, que
es lenguaje; que construye cultura “diciendo”, pues solo se muestra el que
habla, el que se apoya en el lenguaje en tanto herramienta de descripción densa
del mundo. Cuando se describe se muestra y el mostrar es dar a conocer a la
cara el estar en el mundo al otro, dejar ver a partir de él mismo aquello que
se muestra, y tal como se muestra a partir de él mismo” (Pöggeler, 1990, p. 47).
En derivación, el
“co-permitir ver” es un manifestar lo indicado en el mundo a través de una descripción densa de eso
indicado como fenómeno que se muestra de manera originaria; por lo que el
“co-permitir ver” es viable como acto que se comprende de manera propia y no
como “comprensión media”. La comprensión es encontrarse existenciariamente con
el habla, “el habla es la articulación de la comprensibilidad” (Heidegger,
2010, p. 179), por lo que “co-permitir ver” es la articulación de “uno con el
otro” donde el Dasein puede
coencontrarse, copertenercerse y cocomprenderse. El comunicar heideggeriano es
el descubrir, encontrase y abrirse a la posibilidades existenciarias del “ser
con” el otro; aquí subyace los atributos propios de la comunicación en
Heidegger.
Ahora bien, se sabe que es el
“co-permitir ver” un proceso existencial que tiene la potencia y capacidad de
hacer común - por lo que se mantiene fiel a la etimología de comunicación- y
lograr crear comunidad, o mejor, composición social. La participación conjunta es
la plataforma con la que el mundo se trasmite y se consolida en la mundanidad,
por eso la importancia del prefijo “co” en la definición de comunicación de
Heidegger, participación conjunta de lo que se muestra para su comprensión.
Por consiguiente, el
“co-permitir ver” es la forma en que se construye, de
manera primigenia. el comulgar social. En palabras del pensador colombiano Fernando
González (1995):
Esto es un mundo muy grande, el de la comunión. El fin de las
artes mayores es comunicar el espíritu; hacer convivir, comulgar. Esto se
efectúa por medio de la literatura, la representación teatral, del diálogo, en
el que se usa la palabra, la acción, la mímica, el gesto, la expresividad de
los ojos y la emanación emotiva de todo el cuerpo; por medio de la escultura,
la pintura… pero el sumum, la vía
magistral para la comunión es la ejemplaridad actuante”
(p.51).
La creación de comunidad, que es el
sentido natural de la comunicación y del “co-permitir ver”, es “permitir ver”
la desnudez de la viviencia y compartirla desde un escuchar y decir originario.
Bibliografia
Albano,
S & Naughton, V (2005). Lacan:
Heidegger. Nudos de Ser y tiempo. Editorial Quadrata. Buenos Aires
Ferrate
Mora, J (1983). Diccionario de filosofía.
Buenos Aires. Editorial Sudamericana
González,
F (1995). El libro de los viajes o de las
presencias. Editorial Universidad Pontificie Bolivariana. Medellín
Heidegger,
M (2003). Aportes a la filosofía. Acerca
del evento. Biblioteca internacional Martin Heidegger. Editorial Biblos. Buenos Aires.
Heidegger,
M (2010). El ser y el tiempo. Fondo
de cultura económica. Buenos Aires
Múnera,
P (2010). La articulación
teórico-práctica de la comunicación. Ni practicismo maquiavelico ni
intelectualismo esteril: pragmatismo. Editorial uniautonoma. Barranquilla
Poggoler,
O (1990). El camino del pensar en Martin
Heidegger. Alianza Editorial. Madrid
Restrepo,
M (1997). Conformación universitaria en
comunicación. Publicado en la revista Signo y Pensamiento Nº 31. Pontificia
Univerisdad Javeriana. Bogotá
Vasallo,
I & Navarro, R (2002). Comunicación,
campo y objeto de estudio. ITESO. Ciudad de México
[1] Filósofo de la Universidad del Atlántico y cursó estudios en
Comunicación Social-Periodismo en la Universidad Autónoma del Caribe. Pertenece
al grupo de investigación Cronotopías.
[2] Heidegger (2010) expresa que: “La determinación empieza por dar un
paso atrás en relación a lo ya patente, al martillo demasiado pesado; la
“posición del sujeto” reduce el enfoque del ente a “este martillo aquí’, a fin
de hacer, mediante la reampliación del enfoque, que lo patente se vea en su
determinable determinación. La posición del sujeto y la posición del predicado
son, a una con la aplicación [de éste a aquél], enteramente “apofánticos”, en
el más estricto sentido de la palabra” (p. 173).
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